¿Transformarte o sufrir? o cómo mejorar tu Auto-Liderazgo es la opción más sana.
¿Transformarte o sufrir? o cómo mejorar tu Auto-Liderazgo es la opción más sana.
“Y entonces siguió nadando.
No parecía que aquello fuera a llevarle a ningún sitio.
Siguió dando vueltas en aquel lugar horrible, sin nada a lo que agarrarse y después de ver cómo su compañero de aventura se acababa de ahogar.
Todo parecía estar en su contra pero decidió perseverar y no dejó de nadar.
Al cabo de un tiempo, la leche se hizo mantequilla y el ratón – extenuado – pudo apoyarse en su superficie y de un salto salió del recipiente en el que había caído junto a su compañero.”
Este cuento que escuché hace mucho tiempo me ha venido hoy a la cabeza después de estar dándole una vuelta a mis últimos meses en Inglaterra a nivel profesional.
No hay nada como cambiar de contexto e iniciar una nueva actividad para pasar de nuevo por el ciclo del aprendizaje y experimentar la fase más difícil: sentirte conscientemente incompetente. La fase en la que te das cuenta de que estás en el proceso de aprender aquello que no sabías que no sabías. Y la fase en la que te dan ganas de abandonar e irte para el fondo, como el ratón que no lo consiguió.
Y esta reflexión tiene que ver con lo que estoy aprendiendo en las visitas a empresas inglesas mientras compruebo cómo opera la cultura corporativa inglesa y qué ajustes necesitamos hacer como empresa para tener éxito en este nuevo entorno.
Y si, es muy probable que estés de acuerdo conmigo en que transformarse es muy sano, pero lo que motiva que igual no hayas empezado a hacerlo aún es que has de pasar por esa fase de la incompetencia consciente. La que evitas abrazar para poder seguir así en tu zona de confort y no enfrentarte a lo desconocido.
[images style=»0″ image=»https://www.mattihemmi.com/wp-content/uploads/2014/03/cap-02-5.tif» width=»2953″ align=»center» top_margin=»0″ full_width=»Y»]
Pero de lo que quizás aún no te hayas dado cuenta es de que al hacerlo te estás quedando sin aprender las maravillosas posibilidades que te vas a encontrar cuando por fin decidas salir de ella.
¿Te resulta familiar?
Este proceso puede aplicártelo por igual a tu rol profesional como al resto de roles que tienes en tu vida, y en los que cuentas con distintas necesidades, habilidades, conocimientos, creencias, actitudes, etc.
Cuando en cualquiera de esos roles sientas que estás sufriendo, te invito a que por un lado revises tu actitud, y te des cuenta de si estás en la actitud “Plus/Plus” (“Yo estoy bien, Tú estás bien”, o me respeto y te respeto aunque no comparta lo que pienses, sientas o hagas), o más bien en una actitud “Menos/Plus” (“Yo estoy mal, Tú estás bien”) o “Plus/Menos” (“Yo estoy bien, Tú estás mal”).
Las dos últimas bloquean el ajuste de imago y la recogida de nueva información que suponga un nuevo estímulo para tu cerebro. Esta nueva información (recogida desde el plus/plus) te ayudará a darte cuenta de nuevas posibilidades y oportunidades que antes no habías contemplado.
En cuanto te ubiques en el Plus/Plus, estarás listo para auto-innovarte y comprobar si hay otros aspectos de tu estilo de auto-liderazgo que merezca la pena cambiar, como dónde pones el foco, las creencias limitantes con las que te saboteas, o el tipo de expectativas que pintas para tu futuro.
Y digo innovarte porque como me gusta decir, la innovación empieza entre tus orejas. Empieza cuando decides actualizar tu BOS: tu Brain Operating System. Tu personalidad. Y como consecuencia comienzas a crear una nueva forma de ver la realidad que te ayuda a ajustar tu imago, y a descubrir aspectos de tu entorno, o de las personas que te rodean que antes no veías.
E insisto en que para conseguirlo es imprescindible hacerlo desde la actitud “Yo estoy bien, Tú estás bien” o “Plus/Plus”. Al actuar desde esa forma de observar la realidad, puedes empezar a ver lo que te rodea, de una forma más holística o completa. A observar lo que te gusta y lo que no. Y de esa manera decidir en qué pones más el foco.
Así puedes conseguir convertir la dificultad en un desafío motivante en el que buscas aprender los conocimientos y/o las habilidades que te faltan. Bien sea para cumplir un objetivo profesional o para cumplir un sueño personal.
Al adoptar esta actitud, y ajustar tu percepción, facilitas el aprendizaje y aparcas el sufrimiento. Y aunque no por eso la dificultad desaparece, resulta más fácil gestionarla y el proceso se convierte en paralelo en uno de aprendizaje en el que puedes tomar conciencia de cómo vas creciendo y cómo vas acercándote.
Si pero, acercándome … ¿a dónde?
Si te estas haciendo esta pregunta es que aún no tienes clara la meta a la que te quieres acercar y también por eso sigues sin salir de tu zona de confort.
En el momento que tengas definida una meta, tu inconsciente te irá ayudando a acercarte. Si le/te propones un destino tus recursos inconscientes, se pondrán a tu disposición. Eso sí, procura que sea un destino sano para ti.
Porque si lo que te dices a ti mism@ cada día es algo parecido a “me espera otro día horrible en la oficina”, “qué pereza, otro día más aburrid@ en casa”, o “de nuevo otra semana angustiosa que empieza”, lo que estás diciéndole a tu GPS personal es que te ayude a llegar a ese objetivo “Plus/Menos”, o “Menos/Plus” a falta de otro más sano (“Plus/Plus”) para ti.
Hace años recibí un libro cuyo título en inglés es bien elocuente: «Suffering is optional». «El sufrimiento es opcional». Es uno de esos libros que tengo por casa y que aún no he leído. Pero que con solo leer el título ya me sirve de recordatorio de una opción vital que no quiero contemplar.
Está claro que puedes discrepar y que habrá casos en que no parezca ser así. Sin embargo, me reafirmo en que esta opción no es nada recomendable.
Si eliges actuar desde la actitud “Plus/Plus”, te pones un objetivo motivante fuera de la zona de confort y aceptas ajustar imago con la información que te ofrece el entorno, estoy seguro de que vas a disfrutar mucho de tu transformación y de que dejarás de sufrir lo que ahora te ocurre. O parafraseando el proverbio budista «el dolor (o la dificultad) puede ser inevitable, pero el sufrimiento es opcional».
¡Por tu nuevo estilo de Auto-Liderazgo!