Para cambiar de paradigma es necesaria … una cierta actitud

Para cambiar de paradigma es necesaria … una cierta actitud

Esta mañana estaba leyendo el artículo «Hacia un nuevo paradigma» que Rodolfo Bueno ha publicado en El Telégrafo de Ecuador. Como dice en su artículo Bueno, es necesario un nuevo paradigma para asegurar la sostenibilidad del planeta. Confío en que la necesidad de esto último pocos lo discutirán a estas alturas de la película.

Al leerlo me he vuelto a acordar de algo básico que repetimos a nuestros clientes regularmente, y que aún estando al alcance de mucha gente, son aún pocos lo que lo practican. Y sucede de esa manera porque no es tampoco un cambio baladí. Me refiero al cambio que tiene que ver con revisar la propia actitud ante los acontecimientos del día a día; a cómo afrontamos la realidad.

En la medida que más gente tome conciencia de cómo lo hace, y de las alternativas que tiene, el cambio hacia una actitud que posibilite el cambio de paradigma irá haciéndose realidad. Y esto a su vez hará que poco a poco el resto del sistema también cambie. O eso, o se terminará agotando del todo el paradigma en el que estábamos, que recordando el artículo de Bueno, implica de paso el agotamiento de los recursos del planeta.

Como contamos en las presentaciones que hacemos como empresa, venimos de un paradigma que combina las actitudes «+/-»  y  «-/+». O pasando los signos a palabras «yo estoy bien, tú estás mal», y su consecuencia habitual «yo estoy mal, tú estás bien». Esto de forma más descriptiva equivale a: «yo dirigente empresarial o gubernamental me ocupo de lo mío, y me da igual lo tuyo cliente, trabajador o ciudadano». Esto a su vez invita a que ocurra que «yo como cliente, trabajador o ciudadano me sienta mal porque los de arriba (los dirigentes) están mejor que yo, y además no parece importarles lo más mínimo cómo esté yo». O como describió Steve Karpman en el concepto de triángulo dramático, los de abajo (ciudadanos, clientes, trabajadores) tienden a ser las víctimas, y esperan que los de arriba, que tienden a ser los perseguidores, se vuelvan sus salvadores.

Pero esa salvación, no va a pasar. Toca asumir la realidad tal y como es, y dejar de esperar. Estés en el puesto que estés, arriba o abajo, lo que toca es pasar de cualquiera de esas tres posiciones (víctima, perseguidor o salvador) y convertirte en protagonista del cambio.

Por suerte este cambio ya se está produciendo en algunas empresas desde que internet ha provocado que los monopolios en muchos mercados vayan desapareciendo. Eso ha hecho que en muchos países la gente ya haya empezado a elegir a los proveedores que de verdad se ocupan de sus necesidades, y dejen tirados en el camino a los que sólo tratan de «colocarles» sus productos.

Esto está haciendo que los dirigentes de las empresas que prefieren pensar cómo salir del atolladero en el que se encuentran – en lugar de seguir metiendo la cabeza en el agujero – empiecen a revisar su actitud hacia su gente y hacia sus clientes.

Esto les permitirá pasar de una actitud «+/-» a otra de «+/+/+». Y así poco a poco se den cuenta de que «debo ocuparme de mis necesidades, las tuyas como trabajador, y las de nuestros clientes» si pretendo que esta empresa siga existiendo en el futuro. Sólo satisfaciéndolas las necesidades de todas las partes implicadas, es posible  hacer que el sistema se sostenga. Y los competidores que no lo hagan, estarán abocados a dejar de existir.

Aunque este planteamiento a algunos pueda parecerle un planteamiento moral, que lo es también, en realidad es un cambio que está ocurriendo a partir de un enfoque de innovación. Esto es, desde la comprensión de las tendencias que soplan en el mercado, y desde la conciencia de que es necesario satisfacer las necesidades de los usuarios internos para crear culturas de innovación, que permitan a su vez el desarrollo de políticas y estrategias de innovación a través de las cuales puedan diseñar y ejecutar nuevas estrategias disruptivas centradas en satisfacer las necesidades de los usuarios externos.

Es lo que en mi libro “Hacia un nuevo paradigma” llamo también una actitud “win/win/win”.

Cuando estos enfoques ya conocidos para muchos, aunque practicados por muy pocos, produzcan los resultados lógicos, los políticos empezarán a copiar el enfoque. Antes es muy difícil que se atrevan. La empresa que dirigen es demasiado grande.

Por eso el cambio debe venir desde las empresas, y más concretamente desde los profesionales pioneros. Poco a poco entre todos iremos creando un nuevo paradigma que asegure además que, al pensar en los demás, miremos al planeta como a ese tercero que debe ser atendido y satisfecho para que el equilibrio de todo el sistema sea posible.

Confío en que estas palabras cada vez tengan más sentido para más gente y pasen de ser solo palabras a hechos que produzcan el nuevo paradigma y la nueva realidad.

¿Te animas a practicar el “+/+/+” y crear un nuevo paradigma?

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