“Los que abandonan, nunca triunfan, los que triunfan, nunca abandonan»
“Los que abandonan, nunca triunfan, los que triunfan, nunca abandonan»
“OK, bonita frase Matti, pero, ¿vale sólo con decir que quieres pertenecer al Equipo de los Triunfadores?”
“¿Y es sólo cuestión de tener una buena autoestima?”
Pues no. Pero si que es un ingrediente imprescindible.
Contando con una autoestima alta, tiendes a hacer más juicios positivos sobre tu persona.
Y ese es un círculo virtuoso que se retroalimenta.
Tu inconsciente capta que estás poniendo el foco en las cosas buenas que ves de ti mism@, y hace por traerte más de eso que es importante.
Lo curioso es que el mecanismo para tener una autoestima baja es el mismo.
Si te fijas sobre todo en lo malo que hay en ti, ese es el alimento que le das a tu mente.
[images style=»0″ image=»https://www.mattihemmi.com/wp-content/uploads/2014/10/cap-04-21.tif» width=»2953″ align=»center» top_margin=»0″ full_width=»Y»]
Cuanto más lo repites, más hace tu inconsciente por hacer eso que parece que te gusta.
Y tu cerebro, como tu estómago, procesa lo que le das.
Incluso aunque te siente mal.
Al final y al cabo, tú sabrás. Es tu cuerpo. Es tu vida.
“¿Entonces qué más hace falta?”
Pues hay un ingrediente que para mi es el más importante en la vida.
Y que determina cómo la vas a vivir, tanto o más que la autoestima.
De hecho condiciona la calidad de tu autoestima.
Si la gente se diese cuenta de lo crítico que es, sería una asignatura obligatoria en los colegios.
Los gobiernos inteligentes obligarían a sus ciudadanos a practicarla.
Y los padres de familia darían ejemplo a sus hijos para que aprendiesen de su modelo.
Me refiero, cómo no, a la ACTITUD. Y concretamente a la actitud “Yo estoy OK, tú estás OK”.
«Buah, ¿sólo era eso?»
Si has reaccionado así, lo habrás hecho con la actitud que evitará que consigas tus sueños.
Cuanto más trabajo con todo tipo de empresas y personas, más fácil me resulta identificar qué impide que logren cumplir sus sueños.
Y es ese mismo ingrediente.
Cuando el jefe dice: “Yo estoy bien, es la gente de mi equipo la que falla”, pone en marcha la actitud “Yo estoy OK, los demás están KO”.
Y lo que se dice a si mismo es: “Puedo seguir comportándome como hasta ahora. No soy yo el que tiene que hacer algo diferente.
Son los otros quienes deben cambiar.”
Y claro, su equipo piensa lo mismo. Y nadie hace nada nuevo para conseguir los objetivos.
Cuando un soñador dice: “Es que mi sueño es muy complicado, no hay forma de que lo consiga”, lo que está diciendo es: “Yo estoy mal, quizás otros puedan conseguir un sueño como el mío, pero desde luego yo no.”
O peor, “ni yo ni nadie puede conseguirlo”, que se traduce a la actitud, “Yo estoy KO y los demás también”.
Sólo desde la actitud “Yo estoy OK, tú, y los demás estáis OK” es posible conseguir tus sueños.
Y la actitud tampoco es suficiente por si misma, pero es clave.
Si tu actitud es “Yo estoy OK, tú, y los demás estáis OK”, en lugar de quitarte responsabilidad por lo que piensas, sientes, haces o te pasa, y sobre todo, con el fin de conseguir tus sueños, lo que haces es decirte:
“Ya que todos estamos OK, y no busco culpables, ni me siento víctima del entorno, ni quiero criticar a nadie, ¿qué es lo que puedo hacer yo ahora desde la aceptación de mis capacidades para ir avanzando en la dirección que me coloca más cerca de celebrar mi sueño?”.
Muy probablemente eso te lleve a mirar más allá de tu zona de confort, y con la misma actitud dirás:
“OK, pues toca ponerse en el rol de aprendiz”.
Y entonces te decidirás a pasar por el proceso de aprender, haciendo lo que haga falta. Y lo conseguirás porque tu ego (que actúa desde el “Yo OK, los demás KO”) estará esperando en el banquillo de los reservas a ver si le sacas a jugar.
Los que no salen de su zona de confort, y deciden no aprender, o no confiar en que otros pueden ayudarles, están en realidad en alguna de las otras tres actitudes posibles (OK-KO, KO-OK, o KO-KO), y desde ahí los sueños son pura utopía.
Antes de que se me pase, una aclaración más respecto a la actitud “OK-OK”.
La actitud “Yo estoy/soy OK, Tú estás/eres OK” significa además:
“Me Acepto, Te Acepto. Aunque no tengo porque compartir lo que piensas, sientes o haces«.
Es decir, separa el «ser» del «hacer», que es una de las distinciones que más le cuesta hacer a la gente.
Para practicar el concepto, sólo necesitas fijarte en lo que te dices o dices de los demás, después del verbo “ser”.
“¡Serás ….!”. “¡Pero serán ….!”. “Eres un ….”. “Soy un pedazo de ….”
Si todo lo que añades a continuación son cosas positivas, sigue así.
En caso contrario, no estás en la actitud de los triunfadores. Aprende a traducir eso negativo que dirías con el verbo “ser”, en frases que usen verbos de comportamiento.
“No me gusta lo que has hecho”.
”¡Pero cómo han podido hacerlo así!”, o mejor,
“¿Por qué lo habrán hecho así?”.
De hecho lo más importante no es lo que digas, sino lo que pienses.
En cuanto acostumbres a tu mente y a tu inconsciente a practicar la actitud “Yo estoy OK, tú, y los demás estáis OK” verás cómo los logros se multiplican cada vez más deprisa.
Y sobre todo, verás cómo vas diseñando y ejecutando tus planes para conseguir tus sueños.
Sólo te falta un ingrediente más para que los otros dos produzcan el efecto deseado.
Pero eso te lo cuento el próximo día. En el próximo post te hablaré del tercer ingrediente para conseguir entrar en el Equipo de los Triunfadores.
Además te adelanto que la semana que viene podrás conseguir mi nuevo programa «Acelera Tu Sueño», compuesto por más de 40 videos, y más de 20 de artículos con ejercicios en pdf, para ponerle el turbo al cumplimiento de tu sueño.
Lo que encontrarás en él te ayudará a entender mejor los conceptos que estoy contándote en estos posts, además de ofrecerte otros muchos conceptos críticos a la hora de reaccionar frente a las adversidades, de liderar tus emociones y de sacar lo mejor de tus capacidades. Son de hecho los mismos que yo llevo trabajando desde hace más de 17 años para cumplir los míos.
Confío en que tú también sigas practicando para cumplir los tuyos.
Por tus sueños.
Matti
Mercedes González
Queridísimo Matti: una vez más, percibo las señales que la sincronicidad pone en mi camino. Llevo batallando meses con tu libro… chasqueando mi látigo contra mis lomos continuamente para obligarme a «hacer los deberes» y avanzar en mis sueños sin conseguir arrancar. Unos días antes de leer este artículo tuyo, «casualmente», aprendí que me faltaba un elemento básico en mi caja de herramientas antes de emprender el viaje hacia mis sueños: la dichosa autoestima. ¡¡¡Y ahora vienes tú, y me lo recuerdas!!!.
Si te sirve de aportación para tu método, en el que creo firmemente, te diré que un buen primer consejo para los que nos embarcamos en la aventura, es aprender a reunir autoestima y autoaceptación en un nivel suficiente. Si no, al menos en mi caso, aparecen los bloqueos.
Un abrazo grande!!!.
Matti Hemmi
Hola Mercedes,
muchas gracias por tu mensaje.
Y gracias por compartir cómo estás avanzando en tu viaje. Estoy seguro de que hay mucha gente que lo estará viviendo de una forma similar.
Lo primero que te recomiendo es que dejes de obligarte. Cumplir tus sueños debe ser un placer. Algo a disfrutar que recuerdes con cariño a pesar de que más adelante puede haber momentos más o menos difíciles. Pero para entonces ya los vivirás como aprendizajes o crecimiento.
Como bien te has dado cuenta, si no estabas avanzando en los deberes probablemente era porque aún no tenías que avanzar.
Estos tres primeros ingredientes que estoy compartiendo son fundamentales, y a menudo no les damos la importancia que tienen. Por eso puede resultar difícil avanzar.
Me alegro mucho de que te hayas dado cuenta de cuáles son los que aspectos que tienes que trabajar. A menudo que practiques la actitud «OK-OK» verás como tu autoestima y aceptación aumenta, y cada día descubrirás más cosas buenas sobre ti que antes no veías.
Espero seguir leyendo sobre tus progresos.
Por tus sueños,
Matti
Inés
Matti nunca abandono, mis padres me enseñaron a tomar decisiones lúesgoscidas, con análisis de riesgos, a saber cambiar. y nunca dejar algo a medias.
Matti Hemmi
Muchas gracias Inés por tu comentario.
Un abrazo,
Matti
Lala
Buenas noches,
La verdad es que vivimos rodeados de crítica y queja. Porque parece lo más sencillo, quejarse y criticar al prójimo. De hecho los debates políticos consisten en eso, en desacreditar al opuesto a base de críticas peyorativas que en muchas ocasiones rozan el insulto. Parece que no sólo se ha olvidado la educación sino que se ha perdido el norte olvidando el potencial que tenemos cada uno de nosotros como seres autónomos con capacidad de cambio. Está claro que la crítica tiene que ver con la inacción, la inflexibilidad y el estancamiento. Yo no dejaré de repetirme que en la flexibilidad está la felicidad, y el éxito. Es muy curioso pasearse como mero observador por el entorno laboral, por la calle, por conversaciones familiares… y comprobar como la crítica es siempre gratuita y el recurso fácil incluso para establecer sincronía con el de al lado.
Yo tengo la actitud y creo que estoy cerca del OK-OK, aunque a veces me flojee, estoy en la parte de tomar consciencia de mis potenciales o valores. El pensamiento es verdaderamente poderoso.
Un abrazo Matti
Matti Hemmi
Muchas gracias Lala por tu comentario.
Me alegra leer que compartimos la actitud de los triunfadores. Y tienes razón, necesitamos más personas ahí fuera que modelen esta actitud.
Que pases una buena semana.
Un abrazo,
Matti
sara
hola buenos dias, somos 5 hermanas las cuales fuimos abandonadas por nuestros padres de diferentes formas mis dos hermanas mayores de 4 y 6 años mi madre las dejo en casa a la espera de que llegara su padre, quizá mi madre era joven para ese entonces, pero luego de que nos tuvo a mis otras dos hermanas y a mi nos dejo en un internado y no volvió sino después de 3 años. Esta situación la han repetido algunas de mis hermanas porque sienten que si no le importaron a mis padres porque van a importarle sus hijos, es como un paradigma que se ha mantenido, una de mis hermanas tiene situación de calle desde hace muchos años debido al abandono en si fue una familia que se quebrantó por sus elementos fundamentales que son mis padres y la cual no tiene base para seguir adelante. espero su consejo gracias!!
Matti Hemmi
Hola Sara,
gracias por tu correo.
Por lo que cuentas las heridas emocionales que habéis acumulado, vienen de hace mucho. Dar consejo sin un diagnóstico es una temeridad. Pero para darte alguna idea para que puedas/podáis empezar a avanzar te doy mando mi reflexión. Lo que voy a decirte estará siempre condicionado por la vivencia que cada una hayáis tenido de lo que cuentas, pero es muy posible que el mejor camino para empezar a darle la vuelta a la situación es que busquéis apoyo terapéutico. Normalmente la gente piensa que la terapia sólo es para «gente que está mal de la cabeza», pero mi opinión es que igual que la gente va al fisioterapeuta cuando tiene dolores en el cuerpo, lo normal sería ir al psicoterapeuta cuando tiene dolores del alma.
También es posible que sólo con coaching podáis alcanzar el tipo de vida que queréis.
En cualquier caso si queréis ayuda es necesario que un profesional haga un diagnóstico en condiciones.
Un abrazo,
Matti