El parchis, la toma de decisiones y la creatividad
El parchis, la toma de decisiones y la creatividad
Esta tarde he estado jugando con mis hijos el parchis.
Mientras jugábamos yo seguía concentrado en el juego hasta que de repente me he dado cuenta de que mis hijos de 6 y 8 años, apenas si tenían reparos en “arriegarse” moviendo sus fichas de modo que quedaran expuestas a que otro de los jugadores se las pudiésemos comer. Y mi razonamiento lógico me decía que lo lógico es proteger las fichas para que no te las coman, y tratar de llevar todas tus fichas a casa.
Y cuando me he dado cuenta de que ellos arriesgaban más que yo, y en la mayoría de ocasiones salían indemnes, me he puesto a pensar si esto tenía algo que ver con el día a día adulto.
En nuestras vidas, en nuestro trabajo no nos arriesgamos por lo que podamos perder, por el miedo a perder. Y es cierto que debemos medir los riesgos antes de tomar aquellas decisiones que nos puedan hacer perder, o al menos perder mucho (o «ser comidos»).
Pero, jugando el parchis, no pasa nada por que te coman. Y aún así, yo hoy no he asumido riesgos. ¿Es por inercia? ¿En cuantas ocasiones nos dejamos guiar por esta forma de pensar? ¿Nos damos cuenta en la vida adulta de en cuantas situaciones no hay nada o casi nada que perder, y aún así no nos atrevemos a asumir riesgos, y seguimos siendo conservadores?
¿Y cual sería entonces una de esas situaciones? Pues por ejemplo cuando estamos tratando de generar ideas para solucionar un problema y en lugar de atrevernos a generar ideas diferentes, radicales, nos limitamos a generar más ideas de las que ya conocemos, y no nos atrevemos a diferir nuestro juicio, para concebir nuevos planteamientos.
El próximo día que juegue al parchís, ¡¡ juro por mis fichas, que me comprometo a arriesgarme a que me las coman !!.