Comentaba hoy Javier San Martín en Facebook:
No tengo muy claro si el origen de esta crisis en la que estamos inmersos tiene que ver con la falta de ideas realmente novedosas o con la falta de dinero líquido en el mercado que permita financiarlas. ¿Qué opinaís al respecto?
A continuación publico mi respuesta.
Crisis para mí es sinónimo de cambios rápidos. Lo importante no creo que sea cual es el origen, o cómo etiquetamos la situación (crisis si, crisis no, de confianza, o de qué), sino qué es lo que vamos a hacer al respecto, y cómo. Porque el quien está claro. Cada uno de nosotros. Bueno, el que se de cuenta, y además quiera. O le hagan querer.
Crisis es por naturaleza sinónimo de oportunidades, para aquellos que así lo quieran creer. De hecho, los que creemos que hay oportunidades no le llamamos con esa etiqueta que te deprime, te hunde y te deja las ganas de cambiar y hacer cosas nuevas a la altura del betún.
Está bastante claro que con tanto cambio desaparecen algunas necesidades (p.e., invertir en vivienda) y surgen otras que o no están satisfechas (recolocar a la gente de la construcción) o no lo están del todo (p.e., enseñar a a innovar y a liderar el cambio a las direcciones de las empresas y a sus equipos).
Eso sí, esto igual te obliga como comentaba Belén Pascual (www.thehomemaid.com) a cambiarte incluso de sector. Pero esto es purito darwinismo. Adapatarse para sobrevivir, o como dice mi amigo Juanma Opi, para supervivir.
Las preguntas para mí son entonces:
1. ¿Estás dispuesto a cambiar para adaptarte?
2. ¿Qué vas a hacer entonces?
3. ¿Cómo lo vas a hacer?
Y el cuando, desde luego, debe ser YA.